
Una zona comun de dicho albergue
Si amigos,
Aqui estoy de nuevo, a pesar de algunos problemas tecnicos, para aportaros contenidos de calidad y ayudaros a prescindir del culebron de las 4 de la tarde.
Hoy os escribo desde Tokyo, que vendria a ser el punto por donde siempre se acaba pasando. Aqui aterrice hace una semana, aqui estoy y aqui volvere al menos un par de veces mas.
Desde la ultima vez que escribi me han pasado unas pocas de cosas, dado que me he paseado bastante.
Acabe mi ultimo post con una incognita abierta: me habrian hecho la cama (desenrollar un futon, vamos) los de la cutre-pension Miki de Asahikawa? Ese era el misterio. Pues no, no me habian hecho la cama, lo cual constituye toda una novedad en este pais. A mis comentarios (en mi ultimo escrito) sobre la no excesiva limpieza del lugar donde dormi en Hakodate, me preguntaba mi buen amigo Joaquin El Indio Blazquez si es que los japoneses han dejado de ser limpios. Creo que no, que en terminos generales son de lo mas limpito, pero que todo tiene un limite y que, cuando realmente buscas lo mas cutrillo, incluso pueden traicionar sus mas arraigadas costumbres en cuanto a pulcritud. De hecho, la senyora del Tourist Office de Asahikawa que me ayudo a conseguir cama en esa pension, llamo a 6-7 sitios antes que ese y, cuando me consiguio plaza, casi me estaba pidiendo perdon por lo cutre que era el sitio ("Do you understand that it is only to sleep? / "Yes, yes, I understand, but it is better than to sleep under a bridge" ). Y yo, claro, que acabe pensando que no habria ni duchas.
Pero bueno, dejemos Asahikawa, que tampoco merece tantas atenciones. De alli, el dia despues de los fuegos artificiales que revolucionaron la ciudad y agruparon a sus habitantes junto al cauce del rio, tome un autobus hacia ese bonito lugar llamado Asahidake Onsen. Como todo pueblo (en realidad no se si se puede llamar pueblo, dado que no parecia que viviese nadie alli) acabado en Onsen, tiene como rasgo definitorio sus aguas termales. En este caso, combina las actividades de montanya (esqui en invierno, paseos y trekking en verano, etc.) con los banyos calientes y frios, tan tipicos por estas latitudes. Muy cerca de Asahidake Onsen esta el Monte Asahidake (curiosa coincidencia), que con sus 2.200 y pico metros es la montanya mas alta de la isla de Hokkaido. La ascension al monte, que nada tiene de heroico, es la atraccion principal de la zona. De hecho, el plan estandar de los japoneses es subir en teleferico hasta la mitad del monte y hacer el resto caminando hasta la cima.
Tambien hay unos caminitos muy apanyados alrededor del pueblo, por los que hacer un par de horitas de trekking (caminar `parriba` y `pabajo` por caminos mas o menos cabriles). Eso es lo que hice yo el dia que llegue y no estuvo mal.
Sin embargo, el momento estelar de mi estancia en Asahidake Onsen fue la subida al Monte Asahidake. En realidad, lo que me habia traido a este lugar era un proyecto mas ambicioso: cruzar todo el parque natural de Daisetsuzan, solito, con mi tienda, mis utensilios para cocinar y pasar un frio del 15 durante 5-7 dias, orientarme con la ayuda de un mapa y llevar un cascabelito colgando de la mochila para avisar a los osos de mi presencia para que no me importunaran.
Pero, afortunadamente, unos dias antes de llegar a Asahidake Onsen ya habia entrado en razon, al verme superado por la pereza que me generaba pensar en la logistica que un proyecto asi entranyaria...y los riesgos de meterme en semenjante berenjenal sin experiencia en la alta montanya.
Y digo afortunadamente porque la cosa efectivamente pintaba bastante dura y porque estuvo lloviendo casi todo el tiempo durante los dos dias que pase alli.
Total que el sabado pasado decidi, por lo menos y a pesar de la lluvia, probar de subir al susodicho monte sin la ayuda del re-monte. Ya digo que la cosa no constituye ninguna heroicidad. El punto de partida se encuentra a 1.100m sobre el nivel del mar y la cima esta a 2.291m. Prescindiendo del famoso remonte, me estuve 3 horas y 5 minutos para subir hasta arriba. En el mapa que compre consideraban que el tiempo normal (para un japones muy gordo, cojo y fuera de forma) es de 5.20h. Un montanyero en forma seguro que lo hace en dos horas y poco. En todo caso, constituyo un cierto reto, particularmente la segunda parte, a partir de donde acaba el remonte, cuando empezo a hacer bastante viento, mucha niebla y lluvia ocasional. No se veia gran cosa aparte del camino (una pena por las vistas) y el viento se queria llevar el poncho que me protegia de la lluvia.
Vamos, que al final la cosa tomo unas proporciones un tanto epicas, porque con ese tiempo ya casi no subia nadie hasta la cima y alli estaba el menda, totalmente mojado, coronando el montecillo. Acabe comiendome un "sandwich de arroz" (arroz envuelto en alga, con algun relleno) en la cima, empapado y con el viento queriendome robar el alimento. Tambien me hice dos fotos con la camara del movil que fueron concebidas para ilustrar la gesta y este articulo, pero todavia no he encontrado manera de bajarmelas.
Total, que baje hasta el punto intermedio donde, esta vez si, tome el teleferico para bajar hasta la base del monte.
Estas tres horas de ejercicio y el hecho de haber cumplido con mi objetivo constituyeron la base para legimitar cualquier conducta gandula, burguesa y glotona durante el resto de mi viaje por Japon. En resumidas cuentas: me habia ganado tres semanas de buena vida.
Total, que fue llegar al hotel, banyarme en el onsen (me alojaba en Shirakaba-so, una especie de albergue, con habitaciones compartidas pero donde se comia muy bien y con unos banyos la mar de correctos) y dedicarme a gandulear y leer el resto del dia. Volviendo a Shirakaba-so, decir que habia alli un cuarto muy curioso, llamado Drying Room, donde colgabamos las cosas mojadas y al cabo de unas horas aparecian secas. Milagroso y muy util.
En la habitacion coincidi la primera noche con tres chicos americanos -dos muy simpaticos y uno muy callado- que se dedicaban a estudiar los pajaros y a ver videos de los Monty Python; llevaban una vida bastante especial y se levantaban cada dia entre las 3 y las 5 de la manyana. Tampoco yo me levantaba mucho mas tarde, porque el primer dia ya me entere de que el breakfast se servia a las 7AM (yo les pregunte: "OK, breakfast is from 7AM...but until what time?", a lo que la chica me contesto "Breakfast is from 7AM until 7AM"). More clear, water. Pero bueno, son cosas de la montanya: la cena se servia a las 6 PM.
La segunda noche se fueron los chicos americanos a ver pajaros a otro sitio y yo coincidi con Pedro y Miguel, dos chicos cordobeses (!) la mar de simpaticos.
Al dia siguiente in the morning llovia mucho asi que, aprovechando mi gesta heroica y sin precedentes del dia anterior, me quede ganduleando y planificando el viaje por el lodge/albergue.
A media manyana me pille el bus hacia Asahikawa, con la intencion de estar en Sapporo (la ciudad mas poblada de la isla de Hokkaido y creo que la 5a de todo Japon) por la tarde. Y asi acontecio, porque es habitual que por estas tierras las cosas sucedan segun lo planeado.
En Sapporo apenas pase un dia (pasare dos mas a finales de mes, Dios mediante) y me parecio una ciudad bastante agradable. En Sapporo es facil situarse, con su Eixample y todo; nada que ver con la inabarcable e incomprensible Tokyo, donde he estado un monton de dias y mi mapa mental de la ciudad no es mas que una infima parte del mapa del metro.
Habia una Feria de la Cerveza que dura como un mes entre julio y agosto, en unos jardines que hay en pleno centro de la ciudad. Cada marca tenia sus stands, con cerveza a punta pala y comidillas para picar. Todo ello muy a lo grande; ademas, la cosa estaba muy concurrida. No me anime a tomar nada, porque comer y beber solo en un espacio publico no acaba de ser lo suyo.
Total, que me fui a dar una vuelta en tranvia y a comerme un menu de cangrejo en el restaurante Kani Honke. El cangrejo tambien es tipico de las frias aguas de Hokkaido y en este sitio al parecer son especialistas: me puse las botas a base de cangrejo cocido, crudo (en sashimi), a la brasa, etc. Todo muy rico, en una habitacion con tatami para mi solito y servido por una senyora vestida a lo tradicional y que cuidaba bastante el protocolo. El lugar este es inmenso y yo estuve cenando en la planta 6.
Dormi en un hotel capsula (Sapporo Capsule Inn) en el animado barrio de Susukino, porque al estar la ciudad en fiestas estaba complicado encontrar sitio en hoteles al uso. Ya es la segunda vez que duermo en un sitio asi (a las pruebas me remito: http://bit.ly/dgNsuf) y volvio a ser una buena experiencia. Por 3100 yenes -27 euripides- alguien (un hombre, en este caso, porque la cosa era solo masculina) que no sea claustrofobico puede dormir bien y usar un onsen la mar de apanyado, con su sauna y todo...siempre que no piense pasar demasiado tiempo en "el hotel". Esta vez quizas la experiencia fue algo menos redonda porque habia mucho huesped en mi piso, mas ruido (algunos no se iban a dormir ni a la de tres) y una sensacion un poco rara de "tu no me conoces, yo no te conozco": nadie levanta la vista, nadie se saluda, todo el mundo esta muy serio. Quizas es una verguenza ir a un sitio asi (baratillo), quizas algunos se van a un hotel capsula para, desde alli, salir a pasear con senyoritas de vida alegre y moral distraida. Sea como fuere, no se respiraba un ambiente de buen rollete. Ademas, el ataud era un poco pequenyo, asi que tuve que dormir en diagonal (el alcalde Hereu no hubiese dormido bien en semejante posicion, pero yo si). En definitiva, consegui descansar, que de eso se trataba. Al dia siguiente, ya lunes, hice dos visitillas por Sapporo. Primero, el mercado de pescado de Nijo, que me gusto bastante. Muuucho mas pequenyo que el de Tokyo y, a diferencia de este, orientado al consumidor final: todo muy mono, muy bien puestecito. Mucho menos movimiento que en el otro y menos interesante, pero tambien bonito. Aproveche alli para desayunarme un Madre e Hijo, fantastico plato de nombre algo macabro: se trata de trozos de salmon y huevas de salmon -ikura- sobre una base de arroz.
Despues, apurando mis ultimas horas en Sapporo antes de tomar el tren, me fui al Museo de Deportes de Invierno, que esta en las instalaciones de los Juegos Olimpicos de Sapporo 1972, y mas concretamente donde se hacian los saltos de esqui, en el trampolin de Okurazawa. Subir a ver la rampa desde donde los saltadores vuelan hasta 145 metros fue una experiencia casi mistica para alguien que, como yo, ama tan noble deporte. Lastima que algunas atracciones dentro del museo (particularmente el simulador de saltos de trampolin, precisamente), estuviera fuesra de funcionamiento. Ya me veia saltando mas de 100 metros y aterrizando de forma impecable.
Y de alli a la estacion de tren de Sapporo, desde donde al cabo de unas horas me esperaban 16 horas y pico de tren hasta Tokyo...incluido el celebre tunel submarino. La estacion de Sapporo, como muchas en Japon, tiene la virtud de que, aunque pase 2 o 3 horas alli, sigo sin saber donde estoy. Es dificil de explicar para alguien que no haya visto lo que son las estaciones japonesas, con diversos pisos, centros comerciales integrados y un monton de cosas mas que las coonvierten en autenticos laberintos. En la estacion de Shinjuku una vez me estuve mas de una hora para encontrar una parada de autobus. Hoy, mi amigo Nico Bour me comentaba que, en esa misma estacion, anteayer se estuvieron mas de una hora para encontrar su hotel (!). Una estacion de metro mayor que la media pero sin ser nada del otro mundo como la de Ginza (donde yo estoy en Tokyo), tiene mas de 30 salidas a la calle, para que os hagais una idea.
El tren de Sapporo a Tokyo es uno muy mitico para los japoneses, llamado Hokutosei. Todo el mundo le hacia fotos al tren -y particularmente a la locomotora, un poco a la antigua- antes de salir y una vez que llegamos. Yo tenia una cama que supero ampliamente mis expectativas (los de la venta de billetes me la habian "vendido" como un asiento reclinable, pero era una cama en toda regla). Ademas, comi en el tren (y muy bien!) una vez que me di cuenta de que existia un vagon-restaurante y que a la habitacion no me iban a traer ni una bolsa de pipas. Una experiencia muy chula y muy japonesa.
Llegue ayer por la manyana a Tokyo la mar de descansadito, volvi a instalarme en el barrio de Ginza y me fui al museo de Edo-Tokyo, un museo de historia de la ciudad (y del pais) que esta muy currado. Afortunadamente, en el tren habia estado leyendo las 10 paginucas de historia de Japon que incluye mi guia de viajes, porque si no me hubiese enterado de bien poco. En la ultima planta del museo hay un restaurante donde pude completar mi alimentacion cultural con una mas tangible...y con vistas a la ciudad. Aqui un museo asi parece normalito, pero eso es solo porque "Tokyo es la capital del mundo" (esta frase, de mi propia cosecha, quizas es un poco hiperbolica, pero tiene su parte de verdad en muchos ambitos; en terminos gastronomicos, por ejemplo, Tokyo tiene mas estrellas michelin que New York y Paris juntas, que no es moco de pavo).
Por la tarde habia quedado con mi amiga Sonia Graupera (http://www.soniatravelguides.com/), gran viajera que ademas escribe bastante sobre viajes, a menudo para revistas y para alguna web especializada. Gracias a estas labores, a menudo la invitan a hoteles y restaurantes para que escriba sobre ellos.
Asi, hete aqui que me propuso que la acompanyase al hotel Ritz-Carlton, a tomar el te y comidillas ricas en el piso 50 y pico, nadar un poco en la piscina y darnos una sesion -cada sexo por su lado, como siempre en Japon- de jacuzzis y saunas varias. Todo ello, invitados por la direccion del hotel. En mi periplo consegui, sin esforzarme, usar 8 toallas (dos en la ducha, una en cada una de las dos saunas, dos en la tumbona de la piscina y otra para secarme...mas una para secar el banyador). Todas eran obligatorias excepto la ultima: el lujo a veces esta un poco renyido con la ecologia. Despues de ello, oye, nos habian invitado a cenar al restaurante Gonpachi de Nishi-Azabu, donde yo ya habia estado 3 o 4 veces y donde nos ofrecieron una degustacion de sus mejores, tratandonos a cuerpo de rey y dedicandonos todas las atenciones, incluido un tour por el restaurante. Realmente el Gonpachi vale la pena...y no fue hasta la semana pasada cuando supe que se inspiraron en el para algunas escenas de la peli Kill Bill, de Tarantino. Efectivamente, la estetica recuerda mucho y hay fotos de el comiendo alli. El dia antes habia estado cenando alli el gran Stevie Wonder, por cierto (yo, estas cosas, me las creo siempre). El restaurante tiene apenas 9 anyos, pero parece "de toda la vida" y se sigue respirando un ambiente fantastico y comiendo y bebiendo bien. Y, ayer, gratis. Viva el Gonpachi.
Hoy Sonia y yo tenemos programado un tour por el hotel Park Hyatt de Shinjuku, que al parecer es donde se rodo la peli Lost in Translation. He creido razonable sumarme al tour de las habitaciones y del resto del hotel porque, ademas de ser interesante, me parece consecuente con el hecho de que aceptar que despues nos inviten a cenar en el grill de la ultima o penultima planta. No hay como tener amigos. Total, que seguramente nos volvamos a poner las botas en un sitio muy chulo. Pero hablaremos bien de ello...y luego vosotros ireis...y lo pagareis de vuestro bolsillo...y asi cerraremos el circulo y todos estaremos la mar de contentos y bien alimentados, como el cochino jabalin.
De fotos ando mal porque me olvide el cargador en bcn y estaba racionando la bateria, pero hoy los de la tienda Leica donde la compre se han ofrecido a cargarmela y me han dado una alegria...asi que confio en poder ilustrar mejor mis proximos escritos.
Gracias por leerme (Julipolali, Joki...y los que esteis ahi!), abrazos,
Hugo