23 abril 2007

Despidiéndome de Argentina: informe final y conclusiones

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(preside este articulillo un montajito de fotos de algunos amigos conocidos en Argentina en el último mes y poco, para que no creáis que me paso el día solito)
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¡ H o l a . f l a c @ s !

Os escribo desde Tucumán, al noroeste del país, cerca ya de tierras bolivianas (waw, Bolivia!, tengo unas ganas...)

Pues sí, ya se va acabando mi periplo por tierras argentinas.
Al final habrán sido unas séis semanitas por este bonito país.

Mis últimos días los pasé en el fin del mundo, viendo el impresionante glaciar Perito Moreno (al suuur del país) y en Mendoza (cerca ya del norte), la región donde se produce el 70% del vino del país.

Argentina me ha encantado, he visto muchas cosas, he conocido a mucha gente y me lo he pasado realmente bien.

Las gentes y sus costumbres no son tan radicalmente distintas a las españolas, pero sí tienen sus especificidades.

La gente es muy amable, cordial, simpática, agradable (no usaré la palabra 'maja', porque mi madre dice que abuso de ella) y suelen dar lo mejor de sí mismos cuando les pides una indicación por la calle. Sonríen mucho y suelen estar interesados en saber de donde vienes. No les suele importar dedicarte algo de tiempo y prefieren darte más indicaciones que menos. Esto es cierto en casi todos los lugares en que he estado, aunque en menor medida en Buenos Aires, donde algunas personas tienen mucha prisa y menos tiempo para ser simpáticos.
En términos generales, la gente que no te conoce de nada es mucho más simpática que en la mayor parte de países de Europa donde he estado, incluída España.
Gran parte de la sociedad es, en términos generales, muy reivindicativa, y tiene razones de peso para serlo.

Aquí la dieta se basa en ingerir mucha carne y pasta, beber mate a todas horas, y comer muchos postres, pastelitos y helados a base de dulce de leche. Si se cumple estrictamente con esta dieta, no hay manera de mantenerse en un peso razonable.
La carne es tan buena como se dice: yo me quedo con el bife de chorizo. Las parrilladas tampoco están mal, pero suelen incluir carnes menos buenas que el bife, pero variadas.
La pasta fresca también la hacen muy bien, aunque las salsas suelen ser muy cremosas y/o aceitosas; en algunos lugares son excelentes.
Las empanadas suelen estar mucho más buenas que las empanadillas españolas y comerlas es una buena manera de esperar los platos principales en los restaurantes.
El vino está muy bueno, es de la región de Mendoza, y la variedad más destacada es la que se hace con uvas Malbec...a mi también me gusta mucho el Syrah, que se encuentra bastante en otros lugares del mundo. Además, es muy barato: por 8 pesos (menos de dos piastras europeas), uno puede tomarse una buena botella de vinito.
El dulce de leche es bastante adictivo: lo ponen en todas partes y, a grandes rasgos, es similar a lo que se obtiene poniendo una lata de leche condensada al baño maría...una especie de pasta muy dulzona, como un toffee algo menos chicletoso.
Se pone dulce de leche en los helados, en las tostadas o en los alfajores, el pastelito nacional: yo me quedo con los de Havanna, pero los de Balcarce también están muy buenos.
Los helados, por cierto, también están entre las especialidades del país.
El mate es la bebida nacional: es un tipo de infusión a base de las hojas de un árbol (hierba mate), que se toma en un cachirulo también llamado mate, con un tubito/cañita a menudo metálico llamado bombilla. Está muy rico y acá lo toman a todas horas...la gente se pasea por la calle con su termo de agua caliente, pide que se lo llenen en cualquier bar/restaurante...mucha gente tiene una dependencia total. Está, por una parte, la cuestión social (se suele tomar en grupo y compartir con los demás) y, por otra, su carácter excitante, como el café, que crea adicción si uno no quiere (o no debe) pasarse la tarde durmiendo en la oficina.

La bebida nocturna oficial es el Fernet con Coca-Cola. El Fernet es una bebida italiana a base de hierbas, con mucho alcohol que, hasta donde yo sé, usamos en Europa como digestivo (Fernet Branca), a modo de chupito del tipo "me lo bebo rápido para no notar el sabor", cuando uno está muy empachado después de una comida. A nadie le gusta el fernet-cola la primera vez, pero muchos acabamos tolerándolo.

A los croissants, brioxes y otros elementos de bollería aquí se les llama 'facturas', lo que debe suponer un problema en las operaciones de compra-venta, porque también se llama facturas a nuestras facturas, que sirven para saber cuánto se tiene que pagar (tráeme 6 facturas, pero no me hagas factura, por ejemplo).

El resto de la comida no me parece, en términos generales, muy destacado. Las pizzas no están mal, algo gruesas y con mucho queso, y las hay por doquier. Las ensaladas suelen ser muy sencillitas, los pescados no están a la altura de las carnes y los suelen cocer demasiado. El resto de las cartas, si exceptuamos algunas especialidades locales, no aporta gran variedad.

Para acabar una buena comida, se puede tomar un buen Café Cabrales.

En otro orden de cosas, decir que el tango no suena por ningún lado o casi, si no es en lugares específicos o a horas específicas, en zonas turísticas o tiendas de música.
La Banda Sonora Original de Argentina es Joaquín Sabina, que para más señas es de Madrid, la capital de España: ponen su música a todas horas, en bares, restaurantes, por la radio y su último libro se vende en todas partes... Le tienen también mucho cariño a Serrat, a las chicas les gusta mucho Alejandro Sanz y muchas de las bandas pop españolas son aquí muy conocidas: La Oreja de Van Gogh, por ejemplo. También ponen mucha música de Maná, un grupo mexicano tranquilito. Obviamente, también suenan muchos artistas locales, como Andrés Calamaro y muchos otros.

En algunos aspectos, Argentina me recuerda a la Barcelona de hace 10-20 años: cuando pasas por la calle, siempre gotea agua de los balcones y tienes que ir haciendo eses para no mojarte. El agua se queda estancada en las calles (a menudo hay, directamente, inundaciones) y hay que ir con cuidado con los charcos, no sea que un coche lo pise y te deje empapado. Nadie respeta los pasos-cebra, aunque los viajeros que vamos de guays intentemos poner algo de orden jugándonos el físico. Todo el mundo se salta los semáforos de noche, como en Brasil, con el razonable pretexto de evitar atracos...y la mayor parte de la gente no tiene problema en tirar papeles al suelo por la calle.

En cambio, hay aspectos en los que están muy avanzados. La numeración de las calles, por ejemplo, tiene mucho sentido común, y los números van en bloques de 100 en cada cuadra (manzana), de manera que todo el mundo sabe que para llegar al 678, hay que ir al bloque 600-700 (los bloques están identificados en las esquinas y basta con sumar/restar 100 cuando se cruza una perpendicular). Los cafés-internet son increíbles, y en la ciudad de Mendoza estuve en uno mega-tecnificado con unos 200 ordenadores, todos muy bien equipados.

La plaza principal de cada ciudad o pueblo se llama siempre San Martín (el héroe de la independencia) o Independencia, la calle principal se llama siempre San Martín, la segunda calle más importante se llama a menudo 9 de julio (fecha de la independencia)...y así sucesivamente. Sin embargo, de vez en cuando hay sorpresas, como en Mendoza, donde aparece una plaza de España, muy bonita, de similar importancia a la plaza San Martín, lo cual resulta algo contradictorio.

La televisión no es fundamentalmente distinta de la española, por desgracia para los argentinos. Un programa curioso, que ya había visto en la tele italiana, es el que consiste en retransmitir los partidos de fútbol de los domingos poniendo solo imágenes del público!! Es una especie de carrusel deportivo a lo cutre que dan las cadenas que no tienen los derechos para retransmitir los partidos.

Aquí la gente no trabaja: labura. Fuera de Buenos Aires muchos se toman 3 horitas para comer y hacer una siesta. La noche empieza muy tarde y a menudo es normal tener que esperar hasta las 2.00h de la mañana para que empiece a haber gente en los locales nocturnos.

Las camisetas se llaman remeras y hay muchas otras diferencias en el uso del idioma.

Todo es muy barato y, en según qué casos, algunos precios en pesos podrían ser los mismos que en Barcelona en euros (es decir: cuatro veces más baratos)...por ejemplo en el caso de una buena comida, que a veces puede salirte por menos de 20 pesos por persona (5 maravedís europeos).

Me voy, pues, de un país que me ha gustado mucho y al que me imagino volviendo en algún momento. Un país que os recomiendo a todos, en especial en esta época en que sigue resultando muy barato.

Tres cositas más:
1. he hecho una sección con mi ruta pasada-futura, por si alguien tiene curiosidad o ganas de venir a verme...está a la derecha de esta página, arriba, sección "links"
2. Voy a ver cuánto peso antes de entrar en Bolivia...no creo que allá coma tan bien como en Argentina
3. Adjunto fotos comentadas debajo de este artículo

Abrazos!!

Hugo (en Bolivia, con este nombre revolucionario, triunfaré)

Algunas fotos para ilustrar mis últimas semanas en Argentina


Al sur de la Patagonia, ante el espectacular glaciar Perito Moreno




Una buena promoción


Carretera patagónica: decenas de kilómetros en línea recta y más de mil en un autobús

Cerca de Bariloche (Cerro Campanario), con vistas sobre los lagos


En la bonita Plaza de España de la ciudad de Mendoza


13 abril 2007

¡Saludos desde el fin del Mundo!


(el circulito rojo en el mapa de la derecha ilustra dónde se encuentra un servidor)
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¡Hola a tutti!

Me encuentro ahora en El Calafate, al sur de la Patagonia, adonde llegué ayer después de muchas horas de autobús (aquí en Argentina todo se resuelve con muchas horas de autobús).

El principal interés de El Calafate es que se encuentra muy cerca del glaciar Perito Moreno, que según las malas lenguas es muy bonito y espectacular. Así pues, me he pegado un viaje de casi 36 horas desde Bariloche (y más de 50 desde Buenos Aires) para ver un glaciar.

Creo que éste es el punto más al sur que alcanzaré, porque no me llegan las ganas como para adentrarme en Tierra del Fuego y llegar a la mítica ciudad de Ushuaia, la ciudad más al sur de nuestro bonito planeta. La naturaleza me tira, pero el frío no, y me apetece adentrarme ya en las sierras de Bolivia y del norte de Argentina.

Aquí ya estamos bastante al sur, hay que decirlo. El Calafate parece el pueblucho de la serie Doctor en Alaska (no, yo tampoco veía la serie), con casitas de madera que no pasan de dos pisos, mucho espacio vacío y la sensación de que el pueblo es un oasis en plena naturaleza. Afortunadamente, no hace demasiado frío. Mañana me toca visitar el glaciar en una excursión de todo el día y tengo muchas ganas. El domingo tengo un vuelo a Mendoza (mi primer vuelo desde que llegué a Sudamérica), porque no tengo ganas de pasar tres días seguidos en un autobús, por mucho que los asientos sean totalmente reclinables. Aquí en el sur todo son grandes extensiones desérticas en que a menudo el paisaje varía poco a medida que pasan los kilómetros.

Como sucede con los lugares que están en 'el culo del Mundo', aquí todo es bastante caro, incluida la conexión a Internet, que es 6-8 veces más cara que en Buenos Aires, por ejemplo.

Hablando de Buenos Aires, allí es donde escribí mi última crónica. Desde entoces, antes de llegar aquí, estuve unos días más en Buenos Aires, dos días en Rosario (la tercera ciudad más habitada del país), otros días en Buenos Aires y unos días en la región de los lagos, en la bonita población de Bariloche.

En Buenos Aires seguí en el hostel donde tuvimos el pequeño incidente narrado en el post previo. Conocí un poco más la ciudad: la zona de Palermo Viejo (quizás el área de la ciudad donde más me puedo imaginar viviendo, con edificios bajos, tiendas de ropa chulas y restaurantes de muchos países), el museo MALBA (con una muestra de fotos muy chula sobre un tal David Lachapelle), el Parque temático Tierra Santa (un parque temático dedicado a la religión Cristiana, donde asistí en directo a la Última Cena, la Adoración de los Reyes...y donde sólo me perdí la resurrección de Cristo porque era a las 20.15h y se me hubiera hecho tarde para cenar), el cementerio de La Recoleta (una auténtica hiper-concentración de templos funerarios dedicados a las grandes personalidades del país, cada cual intentando superar al de su lado) y algunos otros lugares de más o menos interés.
Buenos Aires me gustó, pero tampoco me encanta: es una ciudad demasiado grande, que me recuerda un poco la monumentalidad de Madrid, la capital del Reino de España, pero más a lo grande. La Avenida 9 de Julio, por ejemplo, tiene en algún punto 20 carriles.

Conocí a mucha gente e hice muchos amigos de muy diversos países, aunque sabiendo que no podré mantener relación con todos. Estuve cenando con dos ingleses en casa de unas chicas argentinas muy majas, una de las cuales nos preparó un asado fantástico. También cené con un amigo de la universidad, Fernando Fernández, y su mujer, Mariana, a los que no vi en Barcelona durante varios años...cosas de la distancia. Ambos se habían instalado dos días antes a vivir en Buenos Aires.

Los dos días en Rosario estuvieron bien (fui con Fran, el amigo canario al que había conocido en Río de Janeiro), pero tuvimos mala suerte con el tiempo. Afortunadamente, conocimos a unas chicas muy simpáticas que nos sacaron de paseo.

Por último, como os decía, estuve en Bariloche, que se encuentra, a grosso modo, a medio camino entre aquí (El Calafate) y Buenos Aires. Bariloche es conocido por ser el centro de la zona de los lagos, una área muy bonita y famosa además por sus pistas de esquí. Es una típica población de recreo para la gente bien de Argentina y países vecinos como Brasil y Chile. Hay mucho turista, pero el ambiente era muy agradable. Estuve, además, en el mejor hostel (albergue) en que he estado hasta ahora, el 1004 de Bariloche, que está en un décimo piso, con vistas increíbles sobre el lago Nahuel Huapi. En Bariloche conocí a mucha gente, vegeté bastante (llovió mucho) e hice un par de excursiones.

Bariloche quedará en mi recuerdo como el lugar donde me enteré de la muerte de mi amigo Ignasi, con quien recientemente había desarrollado una muy buena amistad. Tenía un carácter independiente, muy especial y divertido, y me lo pasaba muy bien con él. Estuve unas semanas en su casa justo antes de empezar mi viaje a Sudamérica y se me hace difícil creer que ya no esté. Le echaré de menos, pero me quedo con sus ganas de hacer cosas y su capacidad de hacerlas sin mirar el reloj, sus muchas inquietudes, su sentido del humor lleno de ironía y mucha de la música que le gustaba.

Por lo demás, volviendo a un tono más alegre, decir que aquí en El Calafate no entienden de lectores de tarjetas, por lo que, no pudiendo mostraros las fotos de mi cámara, he elegido una foto "de archivo" para que al menos sepáis dónde me encuentro. En cuanto pueda añadiré algunas otras de mi propia cosecha.
También decir que, cada vez más, me estoy decantando por los hostels en detrimento (bonita palabra: detrimento) de los hoteles. Son mucho más baratos e ideales para conocer gente, al ser las habitaciones compartidas por 4-6 personas y haber a menudo zonas y actividades comunes. A veces, sin embargo, no resultan del todo cómodos: ayer noche, sin ir más lejos, llegué a las 2.00h de la mañana a mi hostel de El Calafate, tras un día y medio en un autobús. Las otras tres personas ya dormían en la habitación y habían dejado el suelo invadido con sus mochilas, ropas, etc., de manera que tuve que situarme y hacerme la cama en unas condiciones no óptimas y de absoluta penumbra.

Mi futuro inmediato, una vez visto el glaciar, es, como os decía, volar a Mendoza, la zona de los vinos, y ponerme un poco contentillo visitando bodegas. Hay excursiones en bici de una bodega a otra, lo que viene a ser algo parecido a la maratón du Médoc, en Francia, donde la gente corre 42 kilómetros y los avituallamientos son con vino en lugar de con agua.
Después pretendo seguir hasta Tucumán, ya al norte, la tierra del gran Atahualpa Yupanqui...y desde allí Salta, Jujuy, y a cruzar a Bolivia.

Tengo pensado incorporar en breve a mi blog un mapita de mi ruta, por cierto.

Un abrazo,

Hugo


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