08 diciembre 2006

Hem fet el cim (expedicion al Campamento Base del Everest)!

.



Hola a tod@s!

Henos de nuevo en la caotica Katmandu -donde no tocar al claxon se considera de mala educacion-, regresados del Khumbu, la tierra de los sherpas, el Everest, los yaks o el mitico pueblo de Namche Bazaar, el ultimo lugar donde hay "casi de todo" camino de las altas cumbres.

Han sido dos semanas muy especiales en que, aparte de disfrutar de los paisajes y las gentes, teniamos dos metas en mente: llegar al Campamento Base del Everest y verlo (el Everest) desde Kala Pattar, una especie de mirador privilegiado a 5.545m de altura.

Me parece ofensivo suponer que alguno de vosotros no sabe que el Everest es la montanya mas alta del mundo con 8.848 metros (8.850 segun algunos), por lo que omitire cualquier comentario al respecto.

Un anuncio que puse en el tablon de anuncios del Kathmandu Guest House, mi hotel en la capital del reino nepali, me sirvio para fichar a Chris (EEUU) y a Sarah (Holanda), ambos de unos 30 anyos de edad. Posteriormente anyadimos al equipo a Pasang ("nuestro" porteador) y a Karsang ("nuestro" guia). Pasang aligeraba las mochilas de Chris y mia en unos 8-9 kilos (Sarah se sobraba y se bastaba con la suya). Karsang, el guia, nos ayudaba a planificar en que pueblucho y en que lodge ("albergue") dormir cada dia, que camino seguir, a que hora empezar la jornada, etc.

La zona del Khumbu (la region del Everest, simplificando) sigue siendo muy remota y la principal via de comunicacion son unos caminitos de piedras, cabras y yaks que no hacen mas de 1,50m de ancho y no paran de subir y bajar (esta fue la primera leccion: EN EL KHUMBU NO HAY CAMINOS PLANOS).

Como la mayoria, empezamos la ruta en Lukla (2.800m), adonde se llega desde Katmandu en algo muy parecido a un avion. Se trata de una especie de avionetas de helices para 15-20 pasajeros, las unicas –helicopteros aparte- que pueden aterrizar en la pista de Lukla. “Vamos a aterrizar alli??”, le pregunta un pasajero japones al piloto, cuando ve una pista de no mas de 100 metros, en medio de una montanya, en subida (en bajada para el despegue). El piloto, que no por tener la puerta de la cabina abierta entabla conversaciones con los pasajeros, va a la suya y aterriza como un campeon. Es muy espectacular porque hay que apurar y tocar tierra al inicio de la pista. Todos aplaudimos (yo no soy de los que aplauden cuando un piloto de Iberia aterriza en Barajas).

Desde los 2.800 metros de Lukla no hace falta ser Superman para llegar al Campamento Base del Everest o a Kala Pattar. Comparar Kala Pattar (5.545m) con coronar los 8.848m del Everest seria como comparar a Ricky Martin con el mitico Juan Luis Guerra. Para llegar a Kala Pattar solo hace falta un poco de salud, suerte con el “mal de altura” (primera causa de abandono), ganas y una minima resistencia al frio. Para subir al Everest hay que ser un superhombre, estar muy loco y tener mas moral que el alcoyano. Debido, principalmente, al primer factor, decidimos renunciar a subir al Everest.

Unos 8-9 dias nos separaban, desde Lukla, del Campamento Base del Everest y de Kala Pattar, el famoso mirador frente al Everest desde donde esta tomada la foto que ilustra este articulo (abajo hay mas fotos). Casi 2.800m de desnivel que habia que hacer poco a poco, porque el cuerpo humano se adapta con dificultad a variaciones de mas de 400 metros de altura por dia.

Los dias van mas o menos asi: suena el despertador, son las ocho, estamos en una habitacion toda de madera que solo tiene dos camas, una ventana y mucho frio (el lavabo esta lejos de la habitacion). Ni una pestanya asoma del saco de Chris, que esta en la cama junto a la mia. Salir del saco es algo traumatico porque no hay termino medio: dentro se esta muy calentito, fuera hace un frio considerable (cuanta mas altura, mas frio). Pasan 15 minutos, le digo que nos esperan para desayunar. Sale un brazo de su saco de dormir, coge la ropa y la arrastra dentro del saco. Chris se viste sin salir del saco. En cualquier caso, no es una operacion compleja: la diferencia entre “ropa de dia” y “ropa de noche / pijama” es mas bien escasa. Desde que descubrimos que el concepto local de una HOT SHOWER consiste habitualmente en un cubo de agua caliente con un cazo en una habitacion a -5 C, nos duchamos de uvas a peras (hoy no, manyana tampoco, el otro tampoco, el otro si). Desayunamos cereales, pancakes, incluso una sopita, siempre algo caliente acompanyado de un MILK TEA, tambien caliente.
La ventaja de haber venido a finales de noviembre es que hay pocos turistas. La desventaja es que hay pocos turistas porque hace frio.


Despues del desayuno pagamos la cuenta del lodge y emprendemos nuestro camino. Cada dia andamos de 3 a 6 horas por los caminos de cabras del Khumbu: que si ahora sube, que si ahora baja, adelantamos a un rebanyo de yaks que llevan su carga a tres dias de camino, nos cruzamos con varios porteadores que llevan –algunos- mas de 50kg a la espalda. Paramos en una fuente para llenar nuestra botella de agua y le anyadimos las pastillas potabilizadoras (hasta dentro de 30 minutos no podremos beber). Las subidas machacan un poco la moral y vamos notando la mengua de oxigeno a medida que subimos (nunca habia usado la palabra mengua anteriormente). Chris toma pastillas para el mal de altura desde el primer dia y aun asi tiene dolor de cabeza: cada 1-2 dias evacuan a algun ‘turista’ a los hospitales de Katmandu por pasarse de listo con el mal de altura y no hacer caso a los primeros sintomas…2.000 dolares del ala (hasta que no pagas no viene el helicoptero). Sarah y yo tenemos mas suerte. Bastante gente tiene que desistir y dar media vuelta porque no se adapta. Paramos a comer algo: hay mas variedad de la que esperaba aunque, dadas las diversas calidades de la comida, solemos comer solo DAAL BAHT (arroz con verduritas y sopa de lentejas, el plato local), sopas y arroces varios y los MOMOS (empanadillas de verduras, a veces con carne), siempre con alguna bebida caliente. Aunque hace frio, el sol, la ropa y el ejercicio fisico hacen que los dias sean agradables. Volvemos a ponernos en ruta. Toca salir de nuevo. El paisaje es siempre espectacular: montanyas negras o nevadas nos rodean, atravesamos pueblos minusculos saludando (namaste, namaste) a todo el mundo. Viven relativamente aislados pero estan muy acostumbrados a los caminantes extranjeros. Cuanto mas arriba y mas aislados, mas majos son. Ahora toca una hora seguida de escalones de piedra que suben mas que las escaleras mecanicas de un centro commercial.


Baja otro rebanyo de yaks; nos ponemos del lado interior de la montanya para que no nos tiren abajo. Los yaks no son el animal mas listo del mundo: sin duda son mas espabilados que el nyu africano, pero son mucho mas tontos que el gato de mi madre. Cada pocos escalones hay que pararse porque uno se queda sin aliento (cada vez hay menos oxigeno en el aire…y se nota). Pasang no tiene ningun problema con los 20kg que lleva a sus espaldas: los porteadores son una raza aparte. Llegamos a nuestro destino: ni siquiera son las 14h. Entramos en el lodge y nos dan una habitacion (50 rupias, unos 50 centimos de euro por noche); la cena cuesta 200-300 rupias, una ‘hot shower’ 100-150. Vamos todos al comedor del lodge a pasar las 6-7 horas que faltan antes de irnos a dormer. A las 17-18h por fin encienden la estufa: nos sentamos todos a su alrededor porque empieza a hacer frio. La madera es cara y su uso esta muy limitado: el principal combustible de las estufas son los excrementos de yak desecados. Pasan las horas: leemos, escribimos, pero hay poca luz; lo mas agradable es hablar con los otros trekkers (caminantes). Australianos, ingleses, alemanes…a algunos ya les conocemos de otros dias y ya somos “amiguetes”. Se habla mucho de lo que haremos los proximos dias, del mal de altura y las pastillas para combatirlo. Karsang –nuestro guia- contesta con modestia a nuestras preguntas sobre sus expediciones al Everest y como no pudo pasar de 8.500m debido al mal tiempo. Tambien hablamos mucho de los filetes que nos comeremos al volver a Katmandu. Seguimos junto a la estufa hasta que nos echan a las 20.30h. La habitacion estara muy fria y no hay muchas ganas de irse a dormir, a pesar del cansancio. Pido que me llenen la botella de un litro con agua caliente para ponerla en el saco de dormir, junto a mis pies. Me cobran 100 rupias por un litro de agua caliente (el doble que por la habitacion): aqui lo que va caro son las calorias. Nos cepillamos los dientes y nos aseguramos de tener claro el camino al lavabo por si hay que ir durante la noche (hay que ir): a menudo no hay luz y suele estar fuera, cruzando un patio. Por suerte todos tenemos nuestras linternitas de minero con su lucecita en la cabeza. Despues de usar el lavabo hay que tirar un poco de agua con un cazo, pero por la noche suele estar congelada –al menos la parte superior-. No hay casi nada peor que tener que salir a media noche del saco de dormir, cruzar el patio e ir al lavabo. Son siempre noches bajo cero. Dormimos con gorrito, porque la mayor parte del calor se escapa por la cabeza. A medida que subimos va haciendo mas frio. Estamos cansados pero el dia ha valido la pena: los paisajes montanyosos son idilicos, la gente de los pueblos es muy agradable, hemos conocido a gente nueva y estamos un dia mas cerca del EVEREST. Solo esperamos no despertarnos con mal de altura al dia siguiente para asi poder seguir nuestro camino. Asi acaba nuestro dia.

Cuando, por fin, alcanzamos la cima de Kala Pattar (5.545m), es un dia claro. El Everest esta, majestuoso, frente a nosotros. No es la montanya mas bonita, ni la mas espectacular, pero es el fragmento de tierra mas alto del mundo y esta justo delante nuestro. Estamos muy contentos y no paramos de hacer fotos. Subimos al punto mas alto de la montanya de Kala Pattar, una especie de penyasco que sobresale y que azota el viento. Vamos con cuidado. Nos sentimos como si hubieramos hecho algo grande. Nos hacemos unas fotos, esta vez con las banderolas budistas multicolores que que decoran la cima de la montanya. Esperamos la impresionante puesta de sol sobre el Everest. Toca bajar antes de que anochezca del todo: manyana toca ir al Campamento Base, unas cuatro horas entre ida y vuelta, cruzando zonas de roca y tierra que azota un viento gelido, entre glaciares. Manyana veremos que, efectivamente, desde el Campamento Base no se ve el propio Everest. Veremos montanyas nevadas, grandes explanadas desiertas, cruzaremos pueblecitos con cuatro casas, saludaremos a padres y ninyos que viven a tres dias del pueblo con electricidad mas cercano, adelantaremos a porteadores que llevan a sus espaldas 70kg de troncos, veremos la luna sobre el Everest.

.


Comments:
Mola, mola. Mientras tu estas frente al everest, anoche estuvimos a punto de presenciar un acontecimiento casi historico. Un partido de beisbol que estuvo a punto de acabar 0-0. Al final en el ultimo inning hubo tres carreras y acabo 1-2. Menos mal no nos fuimos antes!!! Bueno, cuando vuelves a la tropical Barcelona? Nosotros mañana salimos para alli desde el horno de Hermosillo. Hoakeen.
 
Publicar un comentario



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?