23 agosto 2006

Singapur & Indonesia - crónica



















Pues sí, el titular no miente. Henos aquí recién regresados de Singapur e Indonesia, donde he pasado dos maravillosas semanas en compañía de mi señor padre, su señora esposa Ángeles, el hijo de su señora esposa -y amigo mío- Jordi y mi señorita hermana Clara.

Singapur, la verdad, para qué engañarnos...
¿Muy limpio? Sin duda. ¿Muy seguro? Seguro. ¿Muy organizado? También. ¿Mucha tecnología a buen precio para comprar? Lo compro. ¿Mucho verde con sus plantas y sus hierbas y todo? Mucho. ¿Muchas multas a los que tiran un papel al suelo o escupen en la calle? Muchas.
Más allá de todo esto, no me ha parecido un lugar demasiado interesante, ni con mucha personalidad, ni con mucha vida. Vamos, que me ha parecido un lugar aburrido, ideal para llevar una vida sosegada y acomodada, eso sí. No me extenderé más, porque sólo pasamos allí dos días.
Lo más destacable: el Jardín Botánico y las tiendas de electrónica.

Indonesia ya es otra cosa.
Aunque hemos pasado allí más de diez días, apenas hemos visto la punta del iceberg. Se trata del quinto país más poblado del mundo, con unos 220 millones de seres humanos. que pueblan 6.000 de un total de 17.000 islas. Tienen sus islas de Sumatra, Java, Bali o Komodo, por ejemplo. Las islas en negrita son las que hemos visitado.
En Java estuvimos en la zona de Yodyakarta, la llamada capital cultural debido a los templos que hay en sus alrededores. Aunque el país es mayoritariamente musulmán, uno de sus templos más destacados es Borobudur, el mayor templo budista del mundo. Me gustaron particularmente las plantas superiores -con sus "campanas"- y algunos detalles de la escultura en piedra.
Aunque el país sigue siendo mayoritariamente musulmán, otro de sus templos famosos, que también visitamos, es el de Prambanan, conjunto de templos hinduista, el más
importante de Indonesia. La ubicación de los templos en medio de un verde intenso y su verticalidad hacen del conjunto un paisaje realmente bonito.

Para quien quiera ver alguna imagen o leer algo de estos dos templos, podéis ver los links de arriba a la derecha.

Por lo demás, vimos también el Palacio del Sultán en Yodyakarta, perteneciente a un señor con cierto poder en la zona.
La isla de Java, por lo que vimos, recuerda un poco a algunos lugares de la India, aunque la pobreza se hace mucho menos palpable: mucha vida y actividad en las calles, calor y humedad, tráfico caótico y emocionante, puestos de comida ambulante cada cinco metros, animales sueltos por doquier, mucha polución y muchas ofrendas. La religión ocupa un espacio central en la vida de la mayor parte de la gente.

En Bali vimos una parte más significativa de la isla, dado que es mucho más pequeña que Java. Se trata de un lugar algo más relajante que esta última, a pesar de que en gran parte de la isla el turismo ya ha hecho de las suyas. Estuvimos un par de días en la zona centro de la isla, cerca de Ubud, en un hotel en medio de un valle verdísimo. Después, nos instalamos al sur, en una zona de playa.

Lo más destacado de Bali fueron:

- Una ceremonia religiosa que tuvimos ocasión de ver, de rebote, cuando pasamos delante de un templo hinduista. Había mucha gente vestida para la ocasión y pudimos ver las ofrendas que hacían (frutas, arroz, pollos cocinados...todo de un colorido espectacular). Además, como parte de las ofrendas, había peleas de gallos, peleas que los hombres aprovechaban para hacer sus apuestillas y ganar unas rupias. Hice algunas fotos bonitas,

- Los múltiples templos que visitamos, siempre rodeados de verde, a menudo con mucho colorido como suele suceder en todo lo que en hinduista, con fuentes o estanques con abundante agua,

- Mi debut surfístico -y de Jordi- en las playas de Kuta: muy turísticas, llenas de gente, pero ideales para aprender a hacer surf. Me ha encantado y espero encontrar el momento de repetirlo en breve. Los inicios no son tal difíciles como podría parecer, las sensaciones son fantásticas y, no nos engañemos, es mucho más divertido que estar en la playa tomando el sol.
La foto que abre este texto demuestra bien a las claras que tengo madera de surfer, física y espiritualmente,

- La zona del volcán, al norte de la isla, con sus cráteres, su lago, sus ríos de lava y el propio volcán,

- El hotel de la zona de Ubud, con sus bungalows de lujo, cada uno con su piscina y su agua rebosando.

Algunas fotos abajo ilustran la pelea de gallos, las ofrendas en el mercado y en el templo y un bañito en la piscina del bungalow. También hay una foto de grupo en el palacio del sultán.










































































































En Bali hay ofrendas de flores e incienso por todas partes, continuamente, dicen los de allí que especialmente desde los atentados que hubo hace algunos años y que han reducido muy significativamente el turismo. También es bonito de ver e hice algunas fotos frente a un mercado, donde la gente, especialmente mujeres, hacía ofrendas para que los intercambios que harían en el mercado les fuesen favorables.

La comida no está mal pero no mata. Se hacen un poco repetitivos los arroces, los fideos y los pinchos de pollo o carne con salsa de cacahuetes, todo ello bastante picante. Hay platos buenos, pero creo que no tiene el nivel de refinamiento de otras cocinas asiáticas, como por ejemplo la tailandesa o la japonesa -sin haber estado nunca allí-.


Ahora pasaré unos días en Sant Martí d'Empúries con mi señora madre, junto a las ruinas romanas y griegas.

Abrazos y feliz fin de verano a tod@s.

07 agosto 2006

Más fotos de Brasil


He aquí algunas fotos más del viaje a Brasil...

Del 8 al 22 de agosto estaré en Indonesia -con parada en Singapur- de viaje familiar. Tengo muchas ganas, claro. Nuestro viaje incluye algunos templos notables -p.e. Borobudur- y la isla de Bali.

Abrazos,

Hugo

La playa de Barra, en Salvador, con el partidito de fútbol de rigor




Joaquín, un servidor y Enrique en el Largo do Pelourinho, Salvador de Bahía



En Río, bajo la estatua del Cristo Redentor (Corcovado)

En Río, frente al Pao de Açúcar, otras vistas fantásticas

Enrique, en el motel de carretera, tratando de decidir si dormía en el colchón que le había tocado por sorteo...o si se iba al coche a dormir.



Enrique, dos minutos más tarde...y diez segundos antes de decidir que dormiría en el coche





Juliana Ribeiro y alguien poco fotogénico, en el Salvador Yatch Club


This page is powered by Blogger. Isn't yours?