17 noviembre 2007

El camello, ese gran desconocido (ultimo post desde Asia, snif)

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(un hombre y su camello, de derecha a izquierda)



(para las fotos, esta vez, hemos contado con la colaboracion del reputado fotografo austriaco Hugus Blochenwald, que ha contribuido a darle un poco mas de nivel al blog)


Namaste!

Me duele decirlo asi, pero teneis que saberlo: si no habeis estado en Pushkar, es como si no hubierais estado nunca en una Feria de Camellos.

Aproximadamente una semana despues de mi ultimo articulo, sigo todavia en Pushkar. La ciudad (yo le llamaria pueblo pero aqui la llaman "city") me ha acogido con los brazos abiertos y estoy bastante a gusto, amen de tener muy pocas ganas de pasarme el dia en los autobuses indios.
Excepto las inconveniencias tipicas de la India (el agua caliente nunca funciona, siempre hay alguna moto que intenta atropellarte, la gente no te acepta los billetes muy gastados y -particularmente aqui durante estos dias de fiesta- muchisima gente te pide limosna), estoy pasando unos dias fantasticos. He hecho algunos pseudo-amiguetes: un senyor israeli, una chica austriaca, dos senyores indios de uno de los puestos de control de entrada a la ciudad (su trabajo es contar los camellos que entran y salen de Pushkar)...y tambien he estado algun rato con unos chicos -australiano y sudafricano- que conoci en McLeod Ganj, en las montanyas, hace una semana. La conclusion es muy clara: cuanto mas tiempo estas en un sitio, mas te relacionas, en especial con la gente local. Los indios que no tienen intereses economicos, es decir, los que no te quieren vender nada ni buscan limosna, son por lo general simpaticos. Cuando, ademas, no vienen de una gran ciudad, los extranjeros les parecemos muy exoticos y quieren hablar con nosotros, hacerse fotos y, de alguna forma, poder decirle a sus amiguetes que ellos tienen "un amigo en Barcelona", aunque ni ellos ni sus amiguetes tengan ni idea de donde esta Barcelona (muchos tampoco sabrian situar la India en un mapa de Asia).



(con mis amigos del puesto de conteo de camellos: el numero de camellos ha ido a menos estos ultimos anyos a causa de la sequia)


Los primeros dias en Pushkar fueron mas o menos asi. Por la manyana, me levantaba prontito y me iba a la explanada de los camellos antes de que saliera el sol. Me dedicaba a pasear y a hacer fotos con la luz de la manyana.


(paisaje camellil atardeciente)


(dos senyores muy amables que venian a vender sus dos o tres camellos)

La gente se despertaba, se iba a lavar a una especie de balsas de agua (las mismas donde bebian los camellos), empezaban las negociaciones de compra/venta de camellos... Es realmente bonito, con mucho colorido y uno se encuentra inmerso en un mundo que parece de otra epoca.

(autorretrato del fotografo con una vista parcial sobre la explanada de los camellos)


Pasaba cada manyana unas dos horas y media en la zona de los camellos que es, a su vez, el mismo lugar donde duerme la mayor parte de sus propietarios, generalmente sobre o bajo un carro, en el suelo o, los mas afortunados, en algun tipo de tienda de campanya.

(manada de camellos excitados y acelerados, en bajada: el fotografo estaba junto al muro lateral y, viendose acorralado, tuvo que salir corriendo)

Aparte de la venta, hay otras actividades interesantes: cuando los camellos comen, por ejemplo, cuando van a beber, o, una de las mas curiosas, cuando a los camellos pequenyos les "atan en corto" por primera vez. Suele ser un show. No se si los camellos tienen algun tipo de ambicion en la vida pero, de tenerla, seguro que no suenyan con que les pasen una cuerda por las fosas nasales para tenerlos controlados; asi pues, cuando efectivamente sus duenyos lo hacen, no les hace mucha gracia y montan una mini-revolucion de cinco minutos, corriendo de aqui para alli y tirando de los 5 o 6 hombres que intentan sujetarles con una cuerda.
(camello rebelde con todas las de perder)
El segundo dia, parapetado tras la camara de fotos (que protege menos de los camellos de lo que uno podria pensar), estuve a punto de ser pisado por un ejemplar que pasaba por una crisis nerviosa (ver foto previa al momento, arriba). Su duenyo, muy amablemente, me hizo gestos para que me apartase.

Hay gente muy humilde que ha caminado cientos de kilometros y ha venido con toda la familia para vender un solo camello. Otros tienen dos o tres y tambien hay, claro, gente con muchos ejemplares. El personal camellil es bastante amable y se puede intercambiar cuatro palabras con ellos, con la ayuda de los signos (you have three camels? 1, 2, 3? yes? good, you have very nice camels!). Ciertamente, los camellos me gustan mas que antes de venir aqui: son bastante buena gente, tranquilos por lo general y bastante simpaticos. Van a su rollo y se toman la vida con filosofia.
Despues suelo volver al pueblo a desayunar, habitualmente alguna crema vegetal (hummus -crema de garbanzos-, babaganoush -crema de berenjenas-) con pan de pita, que son la mayor aportacion que los numerosos viajeros isrealies han hecho a la comunidad mochilera...aparte de rebajar los precios con su insistencia negociadora: no hay como viajar con poco presupuesto para gastar poco. Suelo tomar tambien un te 'masala' (massala chai), un te de especias con leche y azucar, tipicamente indio. Mientras desayuno, en el sitio para extranjeros adonde suelo ir, suenan las clasicas canciones indias, que duran una media de 8 minutos (escucharlas una vez es suficiente para recordarlas para siempre y, a veces, para aborrecerlas). El resto de dia lo paso leyendo, paseando por las calles de Pushkar o haciendo un poco de internet hasta que, al atardecer, vuelvo a ver a los camellos.
Tambien me he puesto morado a base de los dulces indios, que estan muy buenos. Y yo que pensaba que no me gustaban mucho los dulces. Suelen tener mucho azucar, a menudo estan hechos a base de leche condensada y tampoco suelen escatimar con los frutos secos ni con un sabor muy peculiar que -creo- debe ser algo asi como agua de rosas. Hay uno en concreto, una bomba calorica llamada "rabri" (hay tambien una variante llamada "rasmalai"), que recuerda vagamente al arroz con leche y al que me he aficionado estos dias. Cuando vino muy madre hace un mes y pico me dijo aquello tan bonito de "Hugo, estas muy flaco, en el blog se te veia mas redondito", lo cual quiere decir que puedo comer todos los dulces que quiera en cantidades industriales sin necesidad de inscribirme a ninguna carrera de 10 km.


(vistas sobre Pushkar desde el tramo final del ascenso al templo de Savitri)

Uno de los dias subi al templo de Savitri, que esta sobre una montanyita y que es un lugar de peregrinacion hinduista. El templo en si es mono, pero lo mejor son las vistas sobre Pushkar y la botella de agua fria que te bebes arriba. Puede verse la explanada de los camellos, el lago y, en definitiva, toda la ciudad.

Con el paso de los dias -ya llevo aqui una semana- ha ido subiendo el flujo de turistas, tanto indios (muchisimos) como extranjeros (tambien).

(peregrinos en un ghat sobre el lago)

En paralelo, ha ido bajando el numero de camellos que hay en la explanada, porque mucha gente, una vez hecha la venta o la compra, se ha vuelto a sus pueblos con o sin los animales. Me ha gustado estar aqui desde el principio, porque ir a ver a los camellos y a sus duenyos ha sido lo mas autentico de mi visita. A los turistas indios los camellos les interesan mas bien poco y suelen estar aqui de "turismo religioso" en cierto modo. Como el turismo religioso se relaciona, por lo general, con el hecho de ser caritativo, las calles estan repletas de gente que mendiga. Algunos de los mendigos llevan algun tipo de vestimenta o tinte en la piel que les identifica como seguidores de tal o tal deidad de la religion hinduista, incluidos unos ninyos pequenyos que van como disfrazados de algun Dios o Diosa: son los que se llevan mas dinero y mas comida con diferencia. Luego esta el resto de los mendigos, que en su mayoria sufren graves amputaciones y deformidades (no siempre accidentales) y hacen poco mas que arrastrarse por el suelo, con o sin un carrito que no se eleva mas de 10 centimetros del suelo. Os ahorrare detalles (y no les hago fotos), porque resulta francamente triste y escabroso: cualquier idea que os podais hacer se queda probablemente corta si no lo habeis visto nunca. Estos ultimos mendigos, probablemente los mas necesitados, se llevan -creo yo- limosnas mucho menos cuantiosas que los que representan algun tipo de papel religioso.

(el pequenyo Shiva)


Desde hace tres o cuatro dias, desde el 18, ha empezado realmente el Festival, que es una coleccion muy variopinta de actividades: conciertos (estuve en un muy buen concierto de un senyor muy famoso -Vishwamohan Bhatt- que tocaba musica tradicional india, al borde del lago, todo iluminado), carreras de camellos (uno de los camellos estuvo a punto de llevarse por delante a 20 o 30 turistas y sus respectivas camaras de fotos), concurso de vestidos de novias (las 22 participantes eran 22 "occidentales" vestidas de novia india...incluidas dos espanyolas)...y un monton de actividades mas: bailes locales, concurso de bigotes, demostracion de como se ordenya un camello... Algunas actividades estan bien y otras son mas flojitas, pero no faltan distracciones y hay montada en paralelo una especie de feria en toda regla que poco tiene que envidiar a las Fiestas Mayores de nuestras tierras: norias, casetas donde comer, paseos a camello, venta de churimbeles de todo tipo.

(turista india meditando sobre la devaluacion del dolar)


Estos ultimos dias tambien he pasado parte del tiempo haciendo fotos por las calles, en especial a las mujeres de los grupos de turistas indios que vienen de peregrinacion...a estos es mas facil hacerles fotos, porque no quieren dinero...a veces son ellos los que quieren que les haga una foto o hacerse una foto conmigo. Se nota enseguida quienes son los turistas indios porque llevan ropas mucho mejores, con mucho mas colorido y mas bonitas que la gente del propio pueblo.

Dentro de cinco dias tengo el vuelo a Rio de Janeiro, donde mi intencion es instalarme hasta mediados de febrero -con alguna escapadita por el resto de Brasil-, antes de volver a Barcelona donde -creo que no lo habia comentado hasta ahora- en principio me pondre a trabajar con mi senyor padre en "el negocio familiar", que consiste en llevar a cabo inversiones de diversa indole.

Los cinco dias que me quedan en la India los voy a dedicar a hacer una breve escapada a Jaisalmer, que esta aun mas al oeste, en el Rajastan profundo: me alejo de Delhi y me tocaran 18 horas seguidas de tren para volver hasta la capital, pero se trata de una ciudad amurallada enmedio del desierto y todo indica que vale la pena. Ya tendre tiempo para descansar en Rio.

Supongo que mi proximo articulillo sera ya desde Brasil. O no.

Asi fueron las cosas y asi se las hemos contado. Abrazos y gracias por seguir ahi!

Hugo
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15 noviembre 2007

Ya estamos en la Feria del Camello de Pushkar! (Rajastan, India)

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(un camello y un ninyo de Pushkar que no se estan amigos)

Namaste a tutti!

Quien no ha oido hablar de la celebre Feria del Camello de Pushkar? Quien no recuerda las animadas tardes y noches de noviembre en este bonito pueblo del Rajastan? Cuantos momentos de felicidad vividos alli...

Hace tres semanas, debo reconocer que ni siquiera habia oido hablar de tan magno acontecimiento. Cuantos anyos viviendo en la ignorancia. Pero una senyora me hablo un poco de la feria en un tren, despues hice un poco de investigacion en internet, lei mi querida Lonely Planet y llegue a la conclusion de que habia que estar aqui.

Una aclaracion previa, para que no os lleveis la misma desilusion que yo. Aqui el camello no es ese buen amigo que te alegra la noche y te ayuda a ver las cosas de otra manera. Aqui el camello es un animal grandote de cuatro patas; un animal muy raro.



(escena callejera pushkaril)


La feria de Pushkar es, creo, la mayor reunion mundial de camellos: llegan aqui decenas de miles de estos animales para ser vendidos (si yo tuviera uno, tambien me lo venderia). Tambien hay un monton de caballos -de hecho, a estas alturas, dos dias antes del inicio de la feria, he visto mas caballos que camellos-.

Es un gran acontecimiento local y regional, con gente que viene de muy lejos a comprar o vender, participar en las multiples actividades que se organizan...es una gran fiesta que tambien tiene su parte religiosa: muchos hinduistas vienen a purificarse en el lago de Pushkar bajando por las escaleras de los ghats (especie de embarcaderos), a hacer ofrendas en los templos. Aparte de las actividades mas "autenticas", el gobierno del Rajastan organiza muchos eventos para los turistas, algunos de ellos la mar de curiosos: a ver quien sube mas personas en un camello, etc.
Pobre camello.

Yo he venido pronto a Pushkar por tres razones:
- para no complicarme la vida buscando alojamiento,
- porque tenia frio en las montanyas,
- porque los dias previos a la feria es cuando tiene lugar la verdadera compra-venta de camellos y caballos, antes de que esto se convierta en una mega-fiesta turistica

Estuvo muy bien la tranquilidad y espiritualidad en las tierras de McLeod Ganj y Dharamsala, donde, recordemoslo, viven el exiliado Dalai Lama y toda su amable tropa. Era todo un oasis comparado con el resto la India. Aun asi, los ultimos dias, la cosa ya no era lo mismo: quedaban pocos turistas y el ratio de mendigos-por-turista se hacia muy pesado y a los indios se les hacia muy dificil entender que un pueblecito no es un lugar para pasar a 40 km/h pitando para que la gente se aparte (como pasa en muchos paises con el aire acondicionado -donde lo ponen a tope aunque haga frio-, aqui tener una moto o un coche es un signo de estatus, de manera que a uno se le tiene que ver tanto como sea posible, para lo cual la bocina y la velocidad son maneras ideales de llamar la atencion). Asi pues, teniendo en cuenta ademas que estamos en noviembre y empezaba a hacer frio, tocaba irse a otra parte. Asi que me fui al Rajastan, un estado al noroeste de la India, conocido por sus desiertos, por sus ciudades y sus palacios (Jaipur, Jodhpur, Jaisalmer), por su poblacion sikh...creo que el Rajastan es uno de los principales destinos del turismo extranjero en la India, un buen "primer contacto" con el pais.

El trayecto desde McLeod Ganj (montanyas de los Himalayas) hasta el desierto fue todo un infierno. Todos los billetes de tren estaban vendidos, con miles de personas (miles!) en lista de espera y no me quedo mas remedio que venir en bus, horror, en una maratoniana combinacion de cuatro autobuses consecutivos en 24 horas. De McLeod Ganj a Delhi, de Delhi a Jaipur, de Jaipur a Ajmer, de Ajmer a Pushkar. Algo asi como ir de Barcelona a Lisboa pasando por Almeria. El primer autobus, nocturno, 12 horas hasta Delhi, fue el peor de todos: me dieron una cama donde no cabia a lo largo, COMPARTIDA con otro senyor y desde donde lo mas facil era acabar en el suelo. Tras negociar un poco, consegui una individual y, aun no se como, logre dormir un poco, a pesar de los vaivenes del vehiculo...la mitad del pasaje ya estaba mareada a los cinco minutos y varios de ellos estuvieron vumutundu (he modificado las vocales para no herir sensibilidades) gran parte del trayecto.

Un trayecto donde, como es habitual en los paises pobres o poco desarrollados, las companyias de autobus consideran que es suficiente parar cada 5 o 6 horas para ir al banyo.

Los otros trayectos, diurnos y mas cortos, mucho mejor.


(escena callejera pushkaril, con tres vacas)

Y ya estamos en Pushkar, que no deja de ser un pueblecito que tiene 10 dias al anyo el chollo de la Feria. Ya hay bastante gente y otros miles van llegando. En la explanada -que no es plana- de los camellos ya hay bastantes de ellos y, como os decia, aun mas caballos. La gente monta los stands de todo tipo, las tiendas y "jaimas" donde dormiran miles de visitantes, todo son preparativos. Es como la Feria de Abril, pero sin alcohol, mas cutre, con mas camellos y menos sevillanas. Yo estoy en un hotelito la mar de agradable donde a partir del dia 17 ya me aplicaran la tarifa de "temporada camellil": aun asi, pagar 18 euros durante 3 dias por una habitacion doble con agua caliente, ventanita, pudiendo subir a desayunar o comer en el terrado, con vistas sobre todo Pushkar, no esta tan mal. Algunos sitios multiplican los precios por diez en estas fechas.

(escena callejera pushkaril con una sola vaca)

(esta clinica dental es motivo mas que suficiente para venir a Pushkar)


Hoy he visitado un poco Pushkar. Lo mas bonito, de momento, el lago -sagrado, claro-, donde 52 (creo) ghats con sus respectivas escaleras permiten banyarse, hacer abluciones...purificarse, vamos. Los hinduistas no son tan amables y acogedores como los sikhs y tratan de colartela siempre que pueden, en lugar de facilitarte el acceso al lugar sagrado. No solo tienes que quitarte los zapatos (faltaria mas) y lavarte las manos en el rio, sino que tienes que tirar unos petalos al agua, hacer una ofrenda de flores y dulces y asi conseguir "the passport", que no es mas que una pulserita por la que, obviamente, tienes que pagar. De momento me quedo con el budismo y despues con los sikhs, que siempre te abren las puertas con escasas condiciones y hasta te dan de comer sin pedirte nada a cambio.

(el precioso lago sagrado de Pushkar, lugar de peregrinacion)



(Tengo al lado a unos israelies jovenes, como suele suceder, vociferando y armando el show...si el nivel de servicio en Israel es proporcional a las exigencias de sus habitantes, debe ser un lugar maravilloso para vivir)

Ya os contare que tal esto de la Feria, pinta todo muy bien. Me quedan unos 12 dias antes de partir hacia Brasil a -en principio- acabar mi viaje: toca aprovechar lo que queda!

Me vuelvo a la explanada, no sea que se me hayan desatado los camellos.

Abrazos a todos,

hugo

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